Los goles de la victoria fueron de Cristian Patiño al 58, el chileno Iván Zamorano marcó al 62 y Hugo Norberto Castillo hizo el gol de la victoria al minuto 105 a unos segundos del final del primer tiempo extra.

El último campeonato de América había sido en la temporada 1989 cuando vencieron a Cruz Azul 5:4 en el global.

Las Águilas tuvieron que remontar el marcador de 2:0 que Necaxa había conseguido en el partido de ida de la final del recién concluido Torneo Verano 2002.

Dos caras se vieron en el terreno de juego, los Rayos fueron el equipo que guardó el orden, mantuvo su forma de llevar el encuentro teniendo un esquema defensivo con la posibilidad de sorprender y procurando la ventaja que hasta el momento le daba el campeonato. Ese 2:0 hablaba de 558 minutos sin recibir gol en la liguilla como el significado de un equipo al que sería imposible anotarle.

Las Águilas arriesgaron con precaución, atacando pero poniendo toda su concentración en la zaga defensiva donde había que comenzar las jugadas de peligro sumando a los llamados zagueros volantes Raúl Salinas y José Antonio Castro, al principio se dedicaron a ser hombres de marca y después Manuel Lapuente los fue soltando más hacia el frente y América pudo llegar con más claridad.

Durante todo el primer tiempo, los azulcremas intentaron por el centro, cada jugada que realizaban trataron de entrar a bayoneta calada y eso facilitó a los defensas rojiblancos que rompieron cada balón que se acercó al área.

Por su parte Necaxa tuvo la más clara de todo el primer tiempo cuando Ángel Sosa conectó con la cabeza y el balón por poco supera a Adolfo Ríos, quien caminó hacia atrás para solventar la situación desviando con una mano y enviar a tiro de esquina.

Se fueron al descanso y Manuel Lapuente realizó una modificación interesante, sacó a Carlos Sánchez, metió a Carlos Infante, quien tomó el lugar José Antonio Castro para que este se fuera más al frente y tuviera la oportunidad de desbordar y aprovechar su velocidad, fue así como fue creando mayor peligro y cuando corría el minuto 58, fue Castro quién sacó servicio al centro para que Cristina Patiño anticipara a su marca para conectar con la cabeza y abrir el camino del triunfo.

Cuatro minutos más tarde, Luis Pérez cometió el error de entrar con los tachones por delante sobre el chileno Ricardo Rojas y Armando Archundia no dudó en expulsarlo y Necaxa se quedaba con 10 hombres.

La falta de mediocampistas marcó un desequilibrio inmediato mismo que aprovechó América y fue desde ahí donde Hugo Castillo tomó un balón, encaró a los defensas y tocó al movimiento de Zamorano quien quedó perfilado de zurda dentro del área, disparó y con potencia dejó el 2:0 que empataba el marcador global.

Se escurrieron los minutos y América bajó un tanto el ritmo lo que le dio tiempo a Necaxa de acomodar mejor sus piezas y volver a tomar el orden perdido.

La lucha provocó que el partido se entrampara y se peleara más en medio campo, el poco acercamiento a las porterías hizo pensar en los tiempos extras mismos que inminentemente llegaron.

América seguía siendo el equipo más motivado que tomó como determinación aprovechar su superioridad y lanzar a más hombres al frente, ingresó Manuel Ríos por derecha y ahí comenzó a taladrar a la defensa que cada vez se veía más desgastada.

Para Necaxa el único hombre en punta era Luis Roberto Alves, quien en los primeros minutos del inicio de los tiempos extras tuvo una buena oportunidad al confrontar en el mano a mano Rojas y en lugar de mantener en pie para llevarse la marca del jugador, aguantó la carga y se dejó caer cerca del área lo que para Archundia y para nadie sugería una falta.

Llegó un tiro de esquina por la izquierda, el servicio al centro llegó con potencia para Iván Zamorano quien puso alma, corazón y vida para rematar y conectó con la cabeza para vencer a Nicolás Navarro, se gritó el gol en la tribuna, pero Armando Archundia marcó el recargón con el brazo del chileno sobre Salvador Cabrera anulando la anotación.

La presión siguió creciendo y ante el antecedente, llegó un nuevo tiro de esquina y otra vez se podía pensar en un remate de gol. Esta vez fue el argentino Hugo Norberto Castillo quien puso la cabeza para mandar un certero y potente remate que Nicolás Navarro no alcanzó a tapar siendo el gol de oro que determinó que América volvía a la senda del triunfo después de 13 años.

Es el segundo campeonato que se define con gol de oro en la historia del futbol mexicano, el primero fue en el Invierno 1997 cuando Cruz Azul le ganó al León con gol de Carlos Hermosillo.

El arbitraje fue de Armando Benito Archundia Téllez, quien cumplió con su octava final pitada en su carrera y llevó un trabajo bueno sin llegar a la excelencia, amonestó a cuatro jugadores, dos de cada bando y expulsó a un necaxista. El negrito en el arroz fue el claro fuera de lugar de Iván Zamorano que no se marcó en el segundo gol de América.